Capitán Caverna


Capitán Caverna, como todas las noches, mas o menos a la misma hora, echó mano de su brújula y sus prismáticos, se desperezó y salio al exterior de su cueva.

Con paso seguro ascendió por la estrecha vereda que sus mismos monótonos pasos habían tallado en la ladera del acantilado durante tanto tiempo y se posicionó en su atalaya.

Todo parecía tranquilo. Observó su brújula, y siguiendo la dirección que le marcaba su aguja alzo la vista y …..Ok, allí estaba, fiel a su cita diaria: La Estrella Polar en todo su esplendor. Guardó su brújula y cogió los prismáticos. Miro a través de ellos el negro horizonte y …..Ok, todo oscuro como la boca del lobo.

Disfrutó un largo rato de las vistas, del aire, del silencio solo alterado por el romper de las tranquilas olas contra las piedras del acantilado y se volvió por donde había venido.

Llegó a su caverna, entro, dejó en el mismo sitio de siempre su brújula y sus prismáticos y se recostó junto a su mujer. Se quedó mirándola un momento y pensó:

-“Que suerte tiene. Ella puede ver el cielo azul y con una sola estrella grande y luminosa”.-

Se tumbó junto a ella y mirando el techo de su caverna siguió pensando:

-“¿Será verdad que existe ese cielo azul y con una sola estrella grande y luminosa?, ¿Me estará engañando y será todo mentira?, ¿Será que yo no puedo ver otra cosa que oscuridad?. Algún día. Sí, algún día lo descubriré, y ese día ………todo cambiará, todo tendrá un sentido.”-

0 comentarios: