Esclavos de nosotros mismos vamos viviendo la vida
Sintiendo que tenemos que pagar
Todos nuestros defectos
Todas nuestras faltas
Todos nuestros errores.
Y lo único que nos hace seguir hacia delante
Es la esperanza de que algún día
Habremos pagado por todo ello
Y entonces, libres de pecado y mancha
Podremos disfrutar de lo que fuimos dejando por hacer.
Pero quien nos asegura
Que pagando nuestros defectos, nuestras faltas, nuestros errores
No vamos a cometer nuevos agravios a la vida
Que vamos a tener que pagar
Que sufrir
Que añadir a nuestra pena esclavizándonos eternamente.
Aun suponiendo que nuestra condena
La cumplamos integra y sin mácula
Quien nos asegura que podremos volver a donde quisimos estar
A lo que quisimos ser
A lo que renunciamos a sentir.
No se puede volver a lo que se quiso
No se puede sentir lo que se renunció a sentir
No se puede vivir lo que no se vivió
No se puede ser, algún día,
Lo que hoy renunciamos a ser.
La Vida, de por sí, es un absurdo.
Sabemos, biológicamente, por qué estamos aquí
Pero nadie sabe para qué.
Podemos imaginar un ser superior que nos creo
Que nos vigila y que nos juzgará.
Imaginación.
Podemos crear unas Leyes Morales
Que nos permitan convivir
Convivir dentro de ellas y mientras convengan
Cuando no convengan justificamos un cambio
Conveniencia.
Solo, siendo honestos con nosotros mismos
Solo entendiéndonos y no juzgándonos
Solo dejando atrás todos esos prejuicios,
Todas las patrañas moralistas, y los pecados capitales
Podremos salir de la esclavitud.
Y ser felices.
Sin remedio
Hace 8 meses
0 comentarios:
Publicar un comentario